En estos tiempos revueltos en los que hasta el Papa de Roma nos cambia la historia tal y como la conociamos, quiero felicitaros las Fiestas con un chiste, que después del empacho de tarjetas entrañables que he hecho no me veo con fuerzas para otra.
Os deseo que el año que entra sea estupendo, divertido, loco y muy bonico... porque sin duda, lo merecemos.