Las pensiones, como todo el mundo que ha estado alojado en alguna de ellas sabe, son hostales para gente de paso que no puede permitirse pagar un hotel; aunque algunos se acaban instalando en ellas, como es el caso de éste personaje, que divaga y fuma.
Ésta de arriba apareció en el número 13, "especial supersticiones" y la que sigue, acompañando un editorial sobre bakalas y maquineros.
Lo mejor, lo de esparcir las neuronas al mar... a veces dan ganas.
ResponderEliminarUn servidor, un admirador, un siervo.
Las pensiones son totales, baratas, cerca del centro y siempre son historias propias.
ResponderEliminarMuchos besos y abrazos a tí a tu family.
ey!Raiz, qué alegría!
ResponderEliminarPues si, nos hemos recorrida unas cuantas, aunque los hay que se podían hacer una guía Michelín con las de los salones de comic verdad?
Pelorroto,que guay que te animes a enseñar tus cosas en blogger! A ver si esta fiebre bloggera te dura mucho!
ResponderEliminarUn abrazo!